El movimiento global por la justicia del agua está compuesto de movimientos sociales, sindicatos y organizaciones no gubernamentales que han trabajado juntos para desafiar los mecanismos globales que han promovido el control corporativo del agua, en sus varias formas, en el ámbito local.

Sin embargo, como un movimiento que va más allá de lo local, hemos tenido éxito durante décadas conectando a las comunidades y los activistas al frente de las luchas y de confrontando la agenda neoliberal global. La pasión por el agua ha estado en el corazón de las luchas contra los acuerdos comerciales, proyectos de desarrollo insostenibles y operaciones extractivas destructivas del medio ambiente. Tanto en el Norte y el Sur, esta pasión por el agua se ha politizado y ha movilizado a las comunidades afectadas.
A pesar de las grandes victorias de las últimas décadas, el movimiento global en defensa del agua se enfrenta a crecientes amenazas a medida que el mundo se queda sin agua dulce y las empresas se aprovechan de la crisis ambiental y financiera para consolidar su acceso a este recurso. En septiembre de 2014, el Proyecto Planeta Azul y otros aliados realizaron una reunión para hacer un balance de estas amenazas– nuevas y emergentes– y desarrollar estrategias conjuntas para hacerles frente.